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TAXONOMÍA

  • Nombre cientifico: Atelopus Varius
  • Hábitat: Costa Rica y Panamá
  • Peligro de Extinción: Peligro Crítico (CR)
  • Longitud: 25 a 60 mm
  • Alimentación: insectos e invertebrados

Rana Arlequín

La rana arlequín o también conocida por su nombre científico como Atelopus Varius es un anfibio que era muy abundante hasta hace relativamente poco tiempo.

A partir de los años 80 y 90, la especie comenzó un importante declive en su población que ha provocado que en la actualidad muchas de las especies de rana arlequín hayan desaparecido o se encuentren extintas.

Cerca de 100 especies de ranas arlequín habitaron anteriormente a los años 80 próximos a las riveras de todos los ríos que conformaban los trópicos de América Central y del Sur.

Existían tantas ranas arlequín que se decía que era casi imposible no pisarlas cuando se caminaba cerca de los arroyos.

Con el paso de los años, esta realidad ha cambiado enormemente ya que en la actualidad son muy pocos los ejemplares que aún se pueden observar y por desgracia la total desaparición de la rana arlequín es inminente si no logramos actuar rápidamente.

Hábitat del Atelopus Varius

Este anfibio en peligro de extinción se encuentra principalmente desde la Costa Oeste de Panamá hasta la zona del canal, pasando por Talamanca Central y Chiriqui, y con el Atlántico y el Pacifico a través de las laderas de la cordillera de Tilarán en Costa Rica.

No obstante, desde la década de los años 90, la mayoría de las poblaciones de rana arlequín a lo largo de las cordilleras de Costa Rica han desaparecido y se creen extintas.

En la actualidad, tan solo se tienen registros de poblaciones en el Cerro de Nara (al norte de Quepos) y dos pequeñas poblaciones en la Vertiente Pacífica de la Cordillera de Talamanca.

Generalmente suelen habitar las tierras medias-bajas de las cordilleras, aunque también pueden llegar observarse en altitudes de hasta 2.000 metros.

La rana arlequín es totalmente diurna. La mayor parte del día lo pasa inmóvil cercana a las riveras de los ríos en espera de algún descuidado insecto que pueda llevarse a la boca. Por las noches permanece escondida en las grietas de las piedras o bajo la vegetación.

Características de la Rana Arlequín

La rana arlequín aunque no llega a ser tan pequeña como la ranita de darwin es es un anfibio también pequeño de entre 2,5 cm a 6 cm de longitud con una constitución delgada con un hocico corto y puntiagudo.

Su nombre científico Varius viene dado por la coloración tan variable de su zona dorsal que pueden llegar a ser casi de cualquier combinación de colores, desde un verde lima hasta un amarillo anaranjado pasando por colores uniformes como el negro o azul que le sirven de gran ayuda como advertencia a sus depredadores.

El abdomen puede variar desde un amarillo verdoso a un color naranja con superficies negras. La pupila de sus ojos es elíptica horizontalmente, no tienen tímpano y sus cabezas carecen de crestas glandulares.

Al igual que ocurre con la gran mayoría de los anfibios, en la rana arlequín existe un dimorfismo sexual por lo que las hembras son mucho más grandes que los machos.

Las extremidades de la rana arlequín no presentan tubérculo tarsal conspicuo ni tampoco pliegues tarsianos. Son cinco los dedos de los pies que se encuentran palmeados excepto el 4º, carecen de cojinetes.

Las ranas arlequines segregan a través de sus glandulas de la piel toxinas (bufadienolida y tetrodotoxina) que le sirven de repelente para los mosquitos o para persuadir a sus depredadores de ser comida.

Alimentación

Como ya hemos mencionado anteriormente, son diurnas y al igual que en la gran mayoría de los anfibios, la rana arlequín se alimenta de pequeños artrópodos de no más de 7 mm de tamaño como son pequeñas arañas, moscas e insectos.

Su técnica de alimentación consiste en permanecer camufladas en el entorno e inmóvil a la espera del paso de cualquier pequeño insecto descuidado.

Reproducción

Durante el inicio de la estación húmeda, los machos ya comienzan a realizar cortejos y a defender su territorio, aunque su época de reproducción no comienza hasta haber pasado 2 a 5 meses después que suele coincidir a partir de finales de Agosto hasta mediados de Diciembre.

Los machos carecen de sacos vocales por lo que atraen a las hembras visualmente realizando espasmos con la cabeza y las piernas o mediante pequeños saltos. La reproducción de la rana arlequín se produce generalmente en los márgenes de los arroyos.

Posteriormente al amplexo que pueden llegar a permanecer juntos hasta 32 días, la hembra depositará entre en el mes de octubre a diciembre unos 30 a 75 pequeños huevos cerca del agua poco profunda donde el macho los fertilizará.

Generalmente, una vez pasadas unas dos semanas, los huevos eclosionarán y saldrán unos pequeños renacuajos con un cuerpo aplanado y una ventosa abdominal que les servirá para evitar ser arrastrados por las corrientes.

Amenazas de Extinción de la Rana Arlequín

La única amenaza natural de la rana arlequín es la mosca sarcophaga o también conocida por su nombre científico como Notochaeta bufonivora. Esta mosca perfora la piel de la rana arlequín para inocular en su interior la larvas que posteriormente se alimentarán de su carne, matándola en muy poco tiempo.

No obstante, la mosca sarcophaga no influye directamente en su extinción. El mayor problema al que se encuentra este tipo de anfibio es al cambio climático que provoca que las temperaturas altas conlleven a los días calurosos y las noches más suaves, lo cual favorece la proliferación del hongo quitrido.

El rápido calentamiento global está provocando que las nubes se formen en las partes más altas de los bosques por lo que no pueden aportar la suficiente humedad a los ecosistemas más bajos.

Este aumento de las temperaturas influye en una disminución de vegetación por lo que las poblaciones de anfibios se ven forzadas a vivir en pequeñas áreas, volviéndose más susceptibles a contagiarse de cualquier tipo de patógeno.

Un estudio realizado durante más de 35 años, realizado por el investigador Steven M. Whitfield ha podido comprobar que más del 75 por ciento de los anfibios y reptiles han desaparecido a consecuencia del cambio climático.

El aumento de las lluvias y de las temperaturas están ocasionando la aceleración en la descomposición de las hojas caídas de las que dependen los anfibios para su hábitat.

Se estima que sin un cambio radical en las políticas de medio ambiente por parte de todos los países para evitar el cambio climático, en un breve periodo de tiempo, la mayoría de los anfibios que actualmente conocemos se habrán extinguido con el consiguiente peligro que ello conlleva ya que son la primera barrera para evitar las plagas de enfermedades.

Por desgracia, el ser humano no es consciente de ello y como casi siempre ocurre, no se actuará hasta que no haya una desgracia. El problema es que igual ya habremos llegado tarde ;-(

Aguardamos con cierta inquietud e ilusión que esta bella especie no se una a la lista interminable de animales extintos y entre todos podamos llegarla a salvar.

Esperamos que este artículo te haya ilustrado y puedas conocer con más detalles a la Rana Arlequín. Por nuestra parte tan solo nos queda darte las gracias por visitar nuestra web, pero antes de que nos abandones quisiéramos pedirte un pequeñito favor ;-).

Somos conscientes de que vivimos en una época de enormes cambios climáticos debido principalmente a la mano del ser humano y que repercuten directamente en el hábitat de los animales en peligro extinción.

En un mundo tan globalizado en el que hoy vivimos, sabemos de la importancia que tienen las redes sociales para compartir información.

Es por ello por lo que te rogamos que compartieras este articulo en tus redes sociales para de esta manera poder concienciar a más personas sobre la necesidad de cuidar entre tod@s a estos animales en peligro de extinción.

Un pequeño gesto de cada uno de nosotr@s estamos completamente seguros de que puede cambiar el mundo.

Un millón de GRACIAS!!!!!

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