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Salamandra Salamandra

TAXONOMÍA

  • Nombre científico: Salamandra salamandra
  • Hábitat: Península Ibérica
  • Peligro Extinción: Preocupación Menor (LC)
  • Longitud: 15-20 cm
  • Alimentación:Pequeños Invertebrados

Salamandra común

La Salamandra común, cuyo nombre científico es Salamandra salamandra, se caracteriza al igual que el Ajolote por ser una especie de anfibio urodelo perteneciente a la familia Salamandridae, también por ser de un inconfundible color negro y presentar manchas variadas amarillas o naranjas muy vistosas, las cuales pueden llegar a abarcar prácticamente la totalidad de su cuerpo.

En ocasiones también se pueden observar manchas de tonalidades rojizas.

Cuenta con un cuerpo de 15 a 20 centímetros, e incluso puede alcanzar los 35 cm, siendo la especie de mayor tamaño dentro de la familia. Es relevante destacar que se conoce por ser el más común de los urodelos en Europa.

Poseen hábitos terrestres y suele entrar en el agua exclusivamente para concebir, aunque muchas subespecies realizan este proceso en tierra.

Hábitat de la Salamandra

La Salamandra salamandra es una especie primordialmente boscosa, se le encuentra en selvas de ribera y declives sombríos, contiguos a los recorridos de agua, granjas, prados, pinares, entre otros entornos, siempre eludiendo toda clase de zonas áridas.

Habita en superficies densas cubiertas de hojas o plantas, procurando ocultarse durante el día debajo de rocas, troncos derribados, hoyos, entre el matorral, etc.

Por lo general tienen mucha preferencia por los lugares frescos, con gran cantidad de líquenes y follaje. No representa gran dificultad para esta especie el adecuarse a vivir hasta los 1.800 metros desde el nivel del mar.

Este ejemplar es abundante en Galicia, aunque es menos frecuente encontrarla en los sistemas Penibético, Central, Bético, Oretano e Ibérico. En su condición de especie que tiende a preferir las zonas selváticas, la destrucción de sus entornos a través de talas de bosques e incendios son acciones que perjudican seriamente a estos animales.

Existen 5 tipos de salamandra común en la Península Ibérica, diferenciándose entre ellas por el tamaño, coloración, diseño, etc. Siendo las siguientes: S. s. bejarae y almanzoris, distribuida en el interior de la península y la Sierra de Gredos; S. s. fastuosa y bernardezi, la cual se puede observar en el tercio norte peninsular; S. s. gallaica y terrestris, se encuentra en Galicia y Extremadura la primera y la segunda habita en Cataluña; S. s. morenica y crespoi, vive en el sur de Portugal y Sierra Morena; y finalmente, S. s. longirostris, la cual puede apreciarse al sur del Guadalquivir.

Por lo general, las salamandras comunes son leales a la misma zona de distribución durante mucho tiempo. También suelen revisar consecutivamente los mismos terrenos de hibernación; de hecho, a través de un experimento se localizaron individuos retornando a la misma caverna con la finalidad de hibernar durante 20 años sucesivos.

Dichos trayectos requieren, evidentemente, alguna especie de mecanismo para marcar el sendero, conocido comúnmente como hitos.

Características Morfológicas

La salamandra común es un anfibio con cola, de semblante grande y fuerte cuenta normalmente con 12 a 23 centímetros de longitud total, muy pequeña si se le compara con la salamandra gigante de China ????.

Posee una cabeza casi tan amplia como larga, algo allanada y generalmente con el morro presentando una forma redondeada, aunque en algunos ejemplares tiende a ser algo afinado.

En ella tiene unas prominencias de gran tamaño y bien marcadas que llevan por nombre glándulas parótidas. Sus ojos se caracterizan por ser grandes, prominentes y con un iris de tono pardo oscuro.

Cuenta con unas patas cortas pero gruesas, las cuales se encuentran fraccionadas en dos dedos. Su cola también es pequeña, con una forma un poco redondeada, y es tan corta que no sobrepasa su cabeza junto con el cuerpo.

Con respecto a su piel, en la espalda y costados es tersa al igual que presenta una textura brillosa; con un fondo de color negro y manchas singulares amarillas, tonalidad que tiende a cambiar en función a la ubicación geográfica, debido a que pueden surgir ocasiones en las cuales prácticamente no se logre apreciar el amarillo, y otras en que abunde o esté distribuido en bandas.

En la zona de la garganta y vientre, las marcas amarillas no son tan abundantes y acompañadas del color negro al fondo, se tornan poco intensas.

La tonalidad negro y amarillo, llamada también coloración aposemática, representa una señal de aviso dirigida a los rivales potenciales; ante una amenaza, toman una actitud defensiva que realizan colocando el cuerpo en forma de arco y revelando sus colores.

Su principal mecanismo de protección contra los depredadores es su toxicidad. Para este fin, posee unas glándulas paratiroides, de gran tamaño, detrás de los ojos; las líneas de las glándulas que contienen el veneno se expanden a todo del cuerpo del animal y segregan cierta cantidad de neurotoxinas.

La salamandra común está capacitada, incluso para rociar de forma activa estas sustancias químicas en los depredadores con el fin de desorientar el atentado.

Este animal no hiberna solamente a partir del mes de octubre hasta marzo en invierno por el frío, sino que de la misma forma, disminuye su nivel de actividad mientras transcurre la estación más árida, la cual va desde el mes de julio hasta agosto; esto se da generalmente al sur de su zona de distribución.

La diferenciación entre machos y hembras es complicada, ya que las características que los distinguen no son tan evidentes; los machos tienden a ser más estilizados, presentar una cola de mayor longitud y durante el período de reproducción, se puede observar que la zona cloacal se abulta de forma pronunciada.

En el caso de las hembras, éstas son comúnmente más vigorosas, disponen de patas un poco más cortas y normalmente son superiores en peso.

La Salamandra salamandra es una especie con hábitos terrestres, aunque es ágil nadando y la puesta de sus huevos la realiza dentro del agua, es propensa a morir ahogada si cae en lugares donde se le pueda complicar la salida.

Alimentación de la Salamandra Común

Su comida está conformada por pequeños invertebrados, principalmente por presas con unas medidas que oscila entre 4 y 20 milímetros, tales como pequeños artrópodos, lombrices de tierra, gusanos, insectos, caracoles, gasterópodos, araneidos, quilópodos y oligoquetos.

Entre las especies que se alimentan de la Salamandra salamandra, es decir, sus principales depredadores son la Culebra viperina (Natrix maura), Víboras (Vipera spp), Culebra de collar (Natrix natrix), la nutria (Lutra lutra) y el turón (Mustela putorius).

Presenta hábitos completamente nocturnos -evidenciándose esto sobre todo en los adultos- al igual que costumbres terrestres, movilizandose con mayor frecuencia al anochecer y amanecer, viéndosele durante el día en temporada de lluvia.

Esta especie da inicio a sus actividades anuales al aparecer las primeras lluvias del otoño, luego de estar en un período de hibernación durante el verano.

Se traslada con suma lentitud, y mientras transcurre el día suele ocultarse bajo rocas, hoyos de topillos, plantas, troncos, entre otros lugares de su preferencia. Generalmente se moviliza en un espacio que va desde los 10 y 20 metros, razón por la cual es muy sencillo observar en reiteradas ocasiones el mismo animal durante unas cuantas noches.

Reproducción de las Salamandras

Las salamandras comunes entran en período de celo durante el otoño y a inicios de la primavera. Durante el proceso de cortejo, macho y hembra ejecutan una “danza” muy singular, con aires de disputa, conformada por persecuciones, movimientos de cabeza e incluso abrazos. La cópula toma lugar en tierra al ocultarse el sol.

El macho persigue a la hembra y se postra encima de ella, deslizándose hacia abajo y rozando su hocico con la garganta de la hembra, y ésta, una vez fecundada, se separa de su compañero.

El período de gestación puede tardar hasta 8 meses. La salamandra común es ovovivípara, lo cual indica que los huevos se forman dentro del vientre donde fueron fecundados.

En función a la zona, desde el mes de diciembre hasta febrero, la hembra puede concebir hasta 86 larvas, pero comúnmente las puestas están conformadas por unas 30 o 40, cubiertas con una membrana de las que soltarse les resulta sencillo.

Las larvas son de aspecto vigoroso, cuentan con una cabeza bastante ancha y desde el momento de ser dadas a luz ya disponen de 4 patas desarrolladas, las cuales emplean para nadar a la perfección.

La madre suele depositarlos en charcos de manantiales no muy grandes, pastizales encharcados o regatos. Apreciándose la mayor cantidad de larvas dentro del agua en un período comprendido de enero a febrero.

En las larvas, la cresta dorsocaudal se puede observar en la espalda y arriba de la cola, brotando en la parte media del cuerpo; su cola presenta una forma cilíndrica y en esta etapa de desarrollo suelen ser de un color grisáceo con marcas pardas, reflejos centelleantes y su vientre de tonalidades blanquecinas.

Si se desea diferenciar de otras larvas, lo más fácil es buscar manchas de color claro, prácticamente blanco en la zona donde las patas se encuentran con el cuerpo.

Durante la temporada de crecimiento son cazadores insaciables de cualquier especie de invertebrados que habitan en el agua, son capaces incluso de devorar las larvas y huevos de los demás anfibios, y aunque resulte curioso, pueden comerse a los de su misma familia.

Conforme transcurre su período de crecimiento, las manchas oscuras se tornan más evidentes, apareciendo marcas blancas muy peculiares donde surgen las patas las cuales, al aproximarse la metamorfosis se convierten en amarillas.

Cumplidos 3 o 4 meses, se desvanecen las branquias y nacen las manchas de color amarillo, completándose la fase de formación de la larva a los 5 meses, marchandose del agua al contar con una longitud de aproximadamente 6 cm, presentando ya la apariencia y tonalidades características de los adultos.

Al culminar la etapa de metamorfosis, los juveniles presentan conductas similares a los adultos, llevando a cabo largas movilizaciones desde los regatos donde fueron dados a luz. La Salamandra salamandra alcanza la madurez sexual a los 3 o 4 años, siendo su esperanza de vida mayor a los 40 años.

Salamandra salamandra en Peligro de Extinción

Durante mucho tiempo la salamandra común ha padecido la desaparición de gran cantidad de sus poblaciones, siendo los incendios, los cambios de especies forestales endémicas, la contaminación y adaptación de los acuíferos algunas de las razones por las cuales hoy no se observa en muchos lugares.

Aun cuando depende de la subespecie o grupo al que correspondan, su estado de conservación en España tiende a variar de Vulnerable a Casi Amenazada.

Aquellas especies que no están experimentando un terrible proceso de extinción, como la salamandra común también son merecedoras de atención y medidas para su conservación, a fin de garantizar su bienestar y estabilidad.

Uno de los mayores problemas que empiezan a atentar contra la preservación de las salamandras comunes es la pérdida de su hábitat natural.

Diversas zonas que con anterioridad eran aptas para esta especie actualmente han sido destruídas, teniendo como finalidad la construcción de modernos espacios e infraestructuras adecuadas para la actividad agrícola.

Zonas de distribución de todo tipo son devastadas a un ritmo preocupante. Gran cantidad de humedales son vaciados, las áreas boscosas se registran y talan, y se forman líneas de costa.

Entre otras amenazas se encuentra el problema que representa la química de los vehículos, la cual tiende a contaminar los charcos y cunetas, siendo estos sitios los utilizados frecuentemente por las salamandras para la cría y el parto, y modificandose así, su rendimiento reproductivo.

Se le ha hecho un seguimiento al descenso de la cantidad de anfibios en peligro de extinción, el cual ha sido documentado y ampliamente difundido.

No obstante, esta atención se enfoca en mayor porcentaje en las ranas y sapos, muy poco se menciona a la salamandra común o las amenazas que ésta enfrenta continuamente. Este hecho es realmente lamentable y preocupante, debido a que la disminución de la especie es de extrema importancia.

Alrededor de la mitad de todas las especies de salamandras del mundo están clasificadas como amenazadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN); sin embargo, según esta misma organización, la salamandra común se encuentra en un nivel de preocupación menor (LC).

Una gran cantidad de la Salamandra salamandra tienden a fallecer cada año debido a la combinación de distintas amenazas, entre ellas las mencionadas con anterioridad.

Esta disminución, claramente no natural, en las poblaciones de esta especie no puede ser enmendada por sí sola. Es por ello que se necesita de gran colaboración para la conservación de estos animales. Sin ayuda, incontables ejemplares, sencillamente no lograrán sobrevivir a los diversos peligros que se han creado en su hábitat.

Esperamos que el artículo haya servido para que puedas conocer más en profundidad a este pequeño anfibio de España. Muchas gracias por haber visitado nuestra web de animales en peligro de extinción para informarte sobre esta especie, pero antes de que te vayas, quisiéramos pedirte 1 segundo de tu tiempo.

La web de animales en peligro de extinción, lo realizamos sin ningún animo de lucro. Tan solo nos mueve nuestro enorme amor hacia los animales y la total convicción de la lucha para su protección.

En un mundo cada vez más globalizado gracias en parte a Internet, somos conscientes de la importancia que tienen las redes sociales para difundir este tipo de mensajes para proteger a a estas especies en vías de extinción.

Por lo tanto, te agradecerí­amos de corazón, si compartieses este artí­culo en tus redes sociales para difundir nuestro mensaje con tus amigos y familiares sobre la necesidad de proteger a esta preciosa Salamandra salamandra.

Tenemos el pleno convencimiento de que con un pequeño gesto de cada uno de nosotr@s, juntos podremos cambiar el rumbo de nuestro planeta.

Muchísimas Gracias !!!!!!!

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