- Nombre Científico: Monachus monachus
- Hábitat: Mediterráneo, Atlántico
- Peligro de Extinción: En Peligro Extinción (EN)
- Alimentación: Cefalópodos, Peces y Moluscos
Contenido del artículo
Foca Monje; El Mamífero más Amenazado del Planeta
Como podrás ir comprobando a lo largo todo este artículo, la foca monje también conocida por su nombre científico (Monachus monachus) ha sido perseguida y maltratada por diferentes motivos desde el inicio de su descubrimiento hasta la actualidad, llegando incluso al punto de encontrarse al borde del exterminio total.
Esta considerada como una de las especies más amenazadas del mundo, llegando a contabilizarse tan solo entre 700 a 800 animales que se encuentran dispersos mayormente en 3 o 4 grupos a lo largo de los distintos océanos.
La fragmentación de su hábitat y su bajo número de ejemplares han provocado que durante su evolución hayan aparecido diferentes morfológicas del cráneo entre las focas monjes que se encuentran en el Océano Atlántico y el Mediterráneo Occidental.
Diferentes análisis genéticos de ADN han podido demostrado que debido a este escaso número de ejemplares, las diferentes colonias existentes han sufrido una trágica disminución en su variación genética en los últimos años.
Esta escasa alteración genética ocasiona un consanguinidad hereditaria que aunque es difícil de evaluar en la actualidad, es muy susceptible que en un futuro no muy lejano llegue a producir defectos congénitos que comprometan su evolución y por ende, su posible extinción.
Donde vive
Como hemos mencionado anteriormente, se distribuye mayormente en cuatro principales zonas;
➔ Mar Mediterráneo Oriental: Es el lugar donde existen un mayor número de ejemplares. Se estima que pudieran llegar a encontrarse unas 400-500 focas monje del Mediterráneo que es como se les reconoce a las focas de esta zona. La mayor congregación se sitúa en los mares Jónicos y del Egeo (300-400) y en las costas limítrofes de Turquía (100-150).
La foca monje del Mediterráneo en Grecia conforman una estructura colonial sólida tan solo en la Isla de Giaros, siendo su presencia en las restantes islas de carácter residual, compuesta tan solo de pequeños grupos sueltos.
➔ Atlántico Norte: Tanto en el mediterráneo oriental como en el atlántico norte son los dos únicos lugares donde aún se pueden observar grandes colonias de estos ejemplares. En el atlántico norte podemos encontrarlas a lo largo del Cabo Blanco entre la frontera de las costas entre Mauritania y el Sahara Occidental.
Existían cerca de 400 focas monje del Mediterráneo en estas costas pero en el verano del año 1997 más de la mitad de los ejemplares fallecieron a causas que aún en la actualidad se desconocen.
Coexisten dos versiones de como se pudo llegar a producir dicho exterminio; la primera versión afirma que la foca monje del Mediterráneo fue parcialmente arrasada por la presencia de mareas rojas producidas por algas tóxicas, en cambio, algunos científicos discrepan de esta afirmación y mantienen que la causa probable del exterminio fue un virus mutante de los delfines llamado morbillivirus.
Sea cual fuera la causa, la verdad es que hubo un cambio radical en la conducta de la foca monje del Mediterráneo. En la actualidad, se estima que pueden habitar en Cabo Blanco alrededor de unas 100 focas marinas adultas.
➔ Archipiélago de Madeira: La mayor congregación de foca monje mediterránea se encuentra en las llamadas Islas desertas. Son unos pequeños islotes cercanos al archipiélago de Madeira que como bien dicen su nombre se encuentran desiertas por lo que es propicio para el normal desarrollo de la foca marina.
A diferencia del atlántico norte y del mar mediterráneo oriental, en el archipiélago de madeira se concentran un pequeño número de ejemplares que no llega a superar los 40 ejemplares.
No obstante, su población se esta recuperando muy favorablemente llegando a reconolizar recientemente algunas zonas de la costa de la isla de Madeira.
➔ Hawai: Aunque pueda parecer sorprendente debido a la enorme distancia existente, hemos querido mencionar a la foca monje de hawai ya que se halla muy emparentada a la del Mediterráneo.
Habitan generalmente entre las islas deshabitadas más al noroeste de Hawai donde están rodeadas de abundantes arrecifes de coral que les sirven de un buen lugar para su sustento. Los hawaianos la llaman a la foca monje hawaiana “Ilio holo I ka uaua” que significa perro que corre en aguas ásperas.
La foca monje hawaiana tenía un pariente muy cercano que era la foca monje del caribe pero esta especie se cree que se extinguió en la década de los años 1970. A
ctualmente, la foca monje de hawai se encuentra recuperándose del reciente exterminio al que se vio sometida, su población asciende a unos 1.200 ejemplares con una tasa de reposición anual de un 3%.
Características de la Foca Monje
Es un mamífero pinnípedo de la familia de los fócidos de tamaño mediano que pueden llegar alcanzar desde el hocico hasta las aletas traseras los 2,3-2,8 metros de longitud, siendo las hembras las de menor envergadura. Su peso puede oscilar entre los 240 y los 300 kg.
Los machos adultos son de color negro con una característica marca blanca en su vientre, mientras que las hembras generalmente son de un color más marrón o grisáceo que se va diluyéndose su tonalidad a medida que se va acercando hacia su vientre.
No obstante, la aparición de las marcas blancas en diferentes partes de su cuerpo es algo muy común, sobre todo en los machos se puede observar en su garganta y en las hembras en su espalda.
Las hembras adultas mudan su pelaje posteriormente a ver dado a luz, en los machos no adultos el crecimiento de su pelaje se realiza de una forma muy gradual, ello implica que al menos deben realizar dos mudas anuales hasta alcanzar su madurez sexual.
Se estima que alcanzan su madurez sexual alrededor de los 4 años de edad, aunque se ha podido observar que algunas hembras pueden llegar a madurar a los 3 años.
La hembra tiene un periodo de gestación de entre 9 a 11 meses. Aunque los cachorros de la foca monje pueden nacer en cualquier estación del año y el parto no es estrictamente estacional, generalmente,la mayor parte de las focas monjes suelen dar a luz entre los meses de otoño.
Cuando nace la cría suele medir entre 88 y 103 cm con un peso alrededor de los 15-20 kg. El periodo de lactancia frecuenta ser alrededor de cuatro meses, una vez el cachorro se le desteta comenzará su fase de enseñanza a la caza de pequeños peces.
Algo que es muy común en esta especie pero no por ello deja de ser anecdótico, es que las hembras de foca monje acostumbran amamantar a más de un cachorro aunque sea de diferente madre.
La alimentación de la foca monje es muy variada. Biopsias de estomago realizadas a ejemplares muertos han revelado una dieta heterogénea consistente en peces óseos, crustáceos y cefalópodos.
No obstante, dependiendo de la zona donde se encuentre, su alimentación es diferente ya que es obvio decir que las presas a cazar en los diferentes océanos no son iguales.
En las Islas Griegas y la costa de Turquía, la comida de la foca monje del Mediterráneo se basa en un 50% de cefalópodos, 48% peces, 1,5% moluscos y un 0,4 de crustáceos, en cambio, la foca monje que habita en el Atlántico el 72% de su alimentación se basa mayormente en cefalópodos, (68% pulpos) un 25% peces y un 3% de moluscos.
Se ha podido documentar que las profundidades máximas de buceo de la foca monje del Mediterráneo ha llegado alcanzar hasta los 205 metros. Es un mamífero bastante longevo por lo que suele vivir alrededor de entre unos 20 a 30 años.
Foca Monje en Peligro de Extinción
A lo largo de la historia, la foca monje al igual que otras focas en peligro de extinción como la foca de casco, siempre se han situado en el punto de mira de las distintas civilizaciones que han compartido su hábitat.
Ya en la antigüedad, el atrapar una foca marina para los pescadores era presagio de buena fortuna ya que la foca monje del Mediterráneo cubría las principales necesidades básicas de cualquier individuo de aquella época como puede ser su piel que utilizaban a modo de vestimenta, la carne para alimentarse y la grasa que la utilizaban para las lámparas de aceite. Su carácter confiado y su sueño tan profundo las convertía en presas fáciles para los pescadores.
Era tan conocido por parte de los pescadores su manera de dormir tan profundo que se llego a pensar en aquella época que si se dormía con la aleta derecha de una foca monje debajo de la almohada se curaba el insomnio.
Los diferentes estudios sobre la historia de estos ejemplares han podido constatar que estuvo a punto de exterminarse durante la época del Imperio romano ya que su consumo se hizo muy popular por los vastos ejércitos romanos que existían.
Gracias a la caída del Imperio romano (año 476) se redujo drásticamente la demanda de la foca monje del Mediterráneo por lo que comenzó la recuperación del número de ejemplares que existían anteriormente a dicho Imperio.
En la actualidad, por desgracia, la foca monje tiene que correr con otros peligros mucho más difíciles para su propia supervivencia.
La pesca ilegal, el aumento de la presión humana que desplaza a las focas marinas de su hábitat y la contaminación cada vez mayor en los océanos son los factores de riesgo que provocan que la foca monje sea un mamífero en peligro de extinción.
Los métodos de pesca actuales se están convirtiendo cada vez más industriales por lo que por donde pasan este tipo de barcos van esquilman toda la fauna que encuentran a su paso.
Esta forma de pescar tan destructiva esta originando que que por fortuna no caigan en sus redes tenga difícil encontrar su alimento y por consiguiente tenga que morir de inanición.
Es obvio decir a estas alturas de la vida que la contaminación en los océanos esta comenzando a causar serios problemas tanto en el hábitat como en la alimentación de la vida marina, llegando incluso a rozar si no se pone freno a esta descontrolada contaminación a provocar la mayor tragedia ecológica de toda nuestra historia.
Desde hace bastantes años, por parte de diferentes organismos e instituciones sin escrúpulos los océanos los están convirtiendo en auténticos basureros.
Toda esta contaminación marítima esta causando graves estragos en las colonias de foca monje ya que su organismo es muy sensible a cualquier pequeña variación de su medio ambiente.
Cabe recordar, que como ya hemos descrito anteriormente, en el año 1997 más de la mitad de los ejemplares de foca monje que se encontraban en Cabo Blanco fallecieron debido a la marea roja. Este dato debería ser muy significativo para que puedas comprender de que manera les puede afectar cualquier tipo de cambio en su hábitat.
La sobrepoblación del ser humano en las costas de los países que pertenecen a su hábitat y los cambios en la orografía de las costas surgidos por el boom turístico son otras de las causas por las cuales se encuentra la foca monje en peligro de su extinción.
Para que te puedas llegar hacerte una idea, debes saber que estos ejemplares desde la antigüedad habitaban en las playas abiertas pero la presión humana las ha empujado a tener que vivir en cuevas marinas.
En Grecia se ha descubierto que más de 500 cuevas marinas de su costa están ocupadas por esta especie.
Pero no todo son malas noticias para estas focas en peligro de extinción. A día de hoy, debido al escaso número de ejemplares que se encuentran en los diferentes espacios naturales, la foca monje esta protegida en todos los países de la Unión Europea a través de numerosas leyes tanto nacionales como internacionales.
No obstante, actualmente no se dispone de estudios científicos contrastados de cuantas focas monjes quedan en el mundo por lo que no nos podemos relajar en como podemos proteger a la foca monje.
De conformidad con la directiva de la Comunidad Europea relativa a la conservación de los hábitats naturales de la fauna y flora silvestre, la foca monje del mediterráneo se considera una especie de importancia comunitaria.
Además, la especie se encuentra especialmente protegida en 102 áreas protegidas (82 Grecia, 10 Italia, 5 España, 3 Portugal y 2 en Chipre) a través de la ley Natura 2.000 de la Unión Europea.
Todas estas leyes para su conservación y la sensibilización de la población que convive con esta especie en las zonas protegidas están ofreciendo sus pequeños frutos.
Sin embargo, aunque algunos países tienen la conciencia de intentar resolver la pérdida de esta especie, existen ciertos riesgos para su supervivencia como es la excesiva contaminación de los océanos en la que se tiene una asignatura pendiente.
Aguardamos con cierta inquietud e ilusión que esta bella especie no se una a la lista interminable de animales extintos y entre todos podamos llegarla a salvar.
Esperamos que toda la información sobre la foca monje te haya gustado. Por nuestra parte tan solo nos queda darte las gracias por visitar nuestra web, pero antes de que nos abandones quisiéramos pedirte un pequeñito favor ;-).
Somos conscientes de que vivimos en una época de enormes cambios climáticos debido principalmente a la mano del ser humano y que repercuten directamente en el hábitat de los animales más desprotegidos.
En un mundo tan globalizado en el que hoy vivimos, sabemos de la importancia que tienen las redes sociales para compartir información.
Es por ello por lo que te rogamos que compartieras este articulo en tus redes sociales para de esta manera poder concienciar a más personas sobre la necesidad de cuidar entre tod@s a estos animales en peligro de extinción.
Un pequeño gesto de cada uno de nosotr@s estamos completamente seguros de que puede cambiar el mundo.
Un millón de GRACIAS!!!!!